Bajar los brazos

26 10 2007

El Glasgow RangersBarcelona del martes fue, en líneas generales, un partido aburrido. No pasará desde luego a la historia. Los bravos escoceses plantearon un fútbol rudo y defensivo al que no supo hacer frente el equipo de Rijkaard.

A raíz de ese encuentro se han comentado pocas cosas -que qué le pasa a Henry, que si regresa Gudjohnssen y juega 90 minutos o que Puyol vuelve 4 años después al lateral derecho- y a mi modo de ver se ha obviado la más importante: el hecho de que los jugadores barcelonistas bajaran descaradamente los brazos en los minutos finales. Si, los que se suelen llamar de la basura, pero que adquieren un valor especial cuando el resultado en ese momento es de empate. Si se tiene fe, ambición -y algo de fútbol, para qué negarlo- se puede conseguir un resultado mejor. Sin ir más lejos, 3 puntos que ahora darían una tranquilidad absoluta a un equipo que sigue en busca del mejor antídoto al conocido como virus FIFA. ¿Quién no recuerda la proeza del Manchester que le permitió hacerse con su última Champions League en 1999 frente al Bayern de Múnich? si, lo sé, eso es muy difícil…mucho más que marcar un sólo gol. Lo que necesitaba el equipo azulgrana el martes en Glasgow.

Entiendo que ese gol puede llegar o puede no llegar. La suerte cuenta y el equipo que tienes delante defendiendo con uñas y dientes también. Pero no está de menos intentarlo. Es más, se convierte en una obligación si te llamas F.C. Barcelona.

Pero los jugadores, apáticos y carentes de ambición, se dejaron llevar y recurrieron a tocar el balón y dejar pasar el tiempo como si de un pacto de no agresión se tratase. ¿Por qué no buscaron una última ocasión con la que adelantarse en el marcador? ¿Por qué no fueron a por el partido? ¿Por qué se conformaron con un mísero empate viniendo además de un pésimo partido ante el Villarreal? muchas preguntas a las que no consigo encontrar respuesta y si lo hago no me resulta convincente.

Bajaron los brazos en el Ibrox Park de Glasgow. Sacaron la bandera de rendición sin ni siquiera perder. Poco profesional e impropio de un conjunto que lucha para ganar el título. Una imagen pésima que espero, jamás se vuelva a repetir…por el bien del fútbol.